El pasado 13 de marzo, la provincia de Verde sufrió una nueva tragedia ambiental tras el derrame de petróleo del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) en el Estero El Vergel, parroquia Cube, cantón Quinindé. Este es el tercer incidente en ocho años, tras los derrames de 2016 en el río Zapotal y de 2023 en la vía Roto-Cube. Más de 5.000 familias en ocho a diez comunidades han sido afectadas, perdiendo el acceso a fuentes de agua esenciales para su vida, salud y economía.
El crudo avanzó desde el Estero El Vergel hasta el río Esmeraldas, contaminando más de 80 kilómetros de cuerpos de agua y afectando parroquias como Cube, Viche, Mahua, Chinca, San Mateo, Tachina y Esmeraldas. La situación es crítica, pues Esmeraldas ya enfrenta fuertes lluvias e inundaciones que agravan la crisis ambiental acercando más el petróleo a zonas rurales y urbanas.
Las emisiones de gases y el derrame del crudo están causando problemas respiratorios, laceraciones en la piel y trastornos estomacales. Además, existe un alto riesgo de que los peces acumulen hidrocarburos y metales pesados, lo que podría generar graves afectaciones en el sistema nervioso y genético de quienes los consuman.
En Esmeraldas, de las 150 mil personas que aparecen con algún tipo de ocupación laboral, 30 mil dependen de la agricultura y la pesca, actividades que ahora están en peligro por la contaminación del agua. La falta de mantenimiento, monitoreo y control por parte de Daniel Noboa, quien autoproclamado preside Petroecuador, sobre estos oleoductos ha provocado pérdidas ambientales, sanitarias y económicas para la provincia. Una vez más, el Gobierno demuestra su incapacidad e improvisación.
Desde UNE nos solidarizamos con la población esmeraldeña e instamos a las autoridades a tomar acciones inmediatas: garantizar el acceso a agua potable, atención médica y compensaciones económicas, así como a implementar protocolos más estrictos para el mantenimiento y seguridad del SOTE, con auditorías periódicas y participación ciudadana. Exigimos también un plan de remediación urgente con estudios sobre los hidrocarburos solubles, ya que, aunque no siempre sean visibles, estos contaminantes pueden persistir por más de 10 años y seguir afectando a las comunidades.
Andrés Quishpe – PRESIDENTE UNE NACIONAL
Comité Ejecutivo Nacional – UNE