Noboa está llevando al país a un despeñadero, muestra de que no sabe gobernar.
Expresamos nuestro rechazo a la propuesta de Asamblea Constituyente impulsada por el presidente Daniel Noboa. Esta iniciativa no es más que una cortina de humo para encubrir la grave crisis que atraviesa el Ecuador en materia de salud, educación, seguridad y empleo.
El país presencia cómo, mientras se eliminan subsidios al diésel afectando directamente a las familias trabajadoras, se mantienen privilegios como el subsidio de USD 130 millones al diésel para las grandes empresas mineras. Paralelamente, se pretende despilfarrar:
80 millones de dólares en una consulta popular cambiante e improvisada, 150 millones de dólares o más en el funcionamiento de una Asamblea Constituyente.
Con esos recursos, el Estado podría construir 22 hospitales tipo C, equipar más de 100 escuelas fiscales y fortalecer más de 300 Unidades de Policía Comunitaria, destinando así el dinero a las verdaderas necesidades del pueblo.
La realidad que viven los ecuatorianos y ecuatorianas es muy distinta a la narrativa oficial: estudiantes y docentes carecen de textos escolares y materiales básicos, los hospitales públicos están colapsados, sin medicinas y con pacientes muriendo en las puertas, la inseguridad golpea a barrios, escuelas y comunidades, el desempleo y el alto costo de la vida asfixian a miles de familias.
El presidente afirma que “la soberanía radica en el pueblo”, pero desconoce la voluntad popular expresada en Quimsacocha, en el Yasuní y en el rechazo al trabajo por horas. Gobernar de espaldas al mandato ciudadano es hacer de la mentira una política de Estado.
Desde la UNE exigimos que se gobierne con responsabilidad, priorizando educación, salud, seguridad y empleo digno, en lugar de distraer al país con propuestas que significan un despilfarro y un retroceso en derechos.